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Luces del alma desde el confinamiento
Este es un libro escrito en los meses más agudos de la pandemia por el Misionero comboniano P. Antonio Pavía, que, a consecuencia de la patología adquirida durante sus años de misión en Ecuador, ha sufrido un confinamiento especialmente rígido. Este experto en convertir en alimento espiritual la sabiduría acumulada por la palabra contemplada, como diría Santo Domingo de Guzmán, nos ofrece un cielo abierto donde la presencia de las “luces del alma” ya han sido tatuadas con entusiasmo en nuestros corazones.
Un libro para las personas de esperanza tranquilizadora y optimista que anhelamos reavivar esa llama que arde y anticipa nuestra capacidad de acercarnos a Dios, que es ternura cuando somos frágiles y fuertes a la vez.Religación y teología en Xavier Zubiri
Esta obra intenta sintetizar la teología de Xavier Zubiri (1898-1983) como doctrina de la deificación a partir del concepto de religación, que nuestro autor desarrolló en un artículo famoso en 1935, en el que nos sitúa ante el problema de Dios en una época que ya empieza a ser secularista.
Profetas
Ruge la tormenta y la barca se ve amenazada con ser engullida por las olas, y Jesús duerme. La tempestad que sacude y parece tragarse al pequeño pueblo de la Iglesia es el bullicio de los pueblos que se levantan contra el Señor y su Mesías. Es de noche no se ve el horizonte. A duras penas se sostiene la barquichuela sobre las olas, y Jesús duerme. Los discípulos desorientados no entienden la aparente indiferencia de su maestro. Le despiertan. Pero Jesús se alza majestuoso ¿porque tenéis miedo hombres de poca fe? El es Señor del mar y de la historia. Una sola palabra suya desarma la tormenta. Nada hay que temer. Cristo es el Señor. El justo no teme ni se angustia porque las fuerzas del mal parezcan prevalecer. La Iglesia siempre estará bajo tormenta pero tiene al Señor.
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Para salvarse, ¿solo basta con quererlo?
Para salvarse,
en Debates
¡Pues claro que no!!! Ya nos vale. Hay que cumplir con tantos preceptos que como mucho te llevarán a una morada lejana…
¡Qué la cosa no es tan fácil, amigos! Qué llevar a Dios dentro es una responsabilidad tan grande que como no recemos a cada rato… la fastidiamos rápido.
Leo muchas cosas escritas y son preciosas y hasta místicas, parecen poesías; pero seamos realistas, seguir a Jesús no es nada fácil. ¡Hasta los santos lo tuvieron complicado? Imaginaros nosotros, simples viandantes… Así nos va, de puro churro. Menos mal que en la Eucaristía, Dios nos consuela y comprende. ¡Anda que si no fuera por eso? Ser bueno no es fácil, pero ser malo malo, tampoco (los normales)… Recemos, recemos y recemos hasta en los semáforos.
Es necesaria una revisión del concepto de pecado. El pecado no son "cosas", "actos", … que hemos hecho. Fundamentalmente, es un concepto religioso que consiste en la ruptura de la relación con Dios. Quien no quiera saber nada de Dios está en pecado. Pero eso no quiere decir que sea peor, que sus obras sean malas o peores que otro que tiene relación con Dios. Estar en pecado es fundamentalmente una actitud de la persona: de que en su vida, en su mundo, no cabe Dios. Y su salvación depende de la aceptación de Dios. Pero, como quiera que la misericordia y amor de Dios son infinitos, y las razones por las que una persona cree o no no dependen de él (solemos decir que la fe es una gracia) sino del entorno en el que vive, ¿no será mejor dejarlo en manos de Dios?
Yo creo que la salvación, si la vemos desde aquí, desde nuestros pecados, en esta vida, y sabemos que Cristo a muerto por ellos, tenemos la posibilidad de redimirlos acercándonos al sacramento de la conversión, reconociendo nuestras faltas y pidiendo perdón, o sea, queiendo salvarse, ¿de qué? de la muerte en la que el pecado nos mete. Por eso, como cita Ana que decía san Agustín, "el que te creó sin ti, no te salvará sin ti".
La pregunta "para salvarse, ¿solo basta con quererlo?" parece un poco maniquea. En el cristianismo o en la Iglesia Católica, la cuestión no es si me salvo o me condeno, la cuestión es si conozco o no conozco el amor de Dios manifestado en Jesús de Nazaret. Esto es el Evangelio, la Buena Nueva.
Salvados estamos todos los hombres y por supuesto todas las mujeres, porque la muerte y resurrección de Jesús es el acto salvífico único, la redención o salvación por lo tanto es gratuita para todos los hombres, los de antes, los de durante y también para losque están por llegar. Otra cosa será que uno conozca o no conozca esta noticia.
AEC
Si estamos salvados todos los hombres, ¿cómo dice S. Pablo "si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo".
Y decía S. Agustín "Dios, que te creó sin ti, no tes salvará sin ti", entonces…?
Esto es lo que nos dice San Pablo en su carta a los Romanos:
"Esta es la palabra de fe que predicamos:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo".
¿La ley o la fe? La fe te lleva a las obras, pero ¿las obras te llevan a la fe…?
“Tus obras deben de hablar mucho más fuerte que tus palabras…” Hay que ser mejores creyentes para ser más creíbles. Primero purificarse y luego purificar, primero dejarse instruir por la sabiduría y luego instruir, primero convertirse en luz y luego iluminar, primero acercarse a Dios y luego llevar a otros a Él. En definitiva, primero ser santos y luego santificar… (S. Gregorio Nacianceno).
Esto es lo que nos dice San Pablo en su carta a los Romanos:
"Esta es la palabra de fe que predicamos:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo".
¿La ley o la fe? La fe te lleva a las obras, pero ¿las obras te llevan a la fe…?
Querida Ana si confiesas convencida que Dios es el Señor tus obras serán conformes con tus creencias. Caerás pero te levantarás. Y las obras también pueden llevar a la Fe si alguien se da al hermano, vive limpia y honradamente el Espíritu está con él y le llevará a la Fe. vamos,creo yo sin pontificar.